Este tercer día nos lo tomamos con más tranquilidad, nos propusimos ir al Trastevere y comer risotto, pasamos de nuevo por el Coliseum, plaza Venecia, no te cansas de verlos. Que bien estuvimos en ese barrio precioso, y el restaurante típico italiano donde comimos un risotto para chuparse los dedos.
Antes de ir al hotel paseamos por la plaza de España, y por las calles llenas de tiendas de grandes diseñadores, llenas de gente me recordaba mucho a Madrid en esta época. Terminamos con lluvia y cenando en el Hard Rock que nos quedaba cerca del Hotel.
El último día tempranito nos calzados las zapatillas y nos fuimos corriendo hacia el Vaticano, pasamos por el parque de Bernini, precioso, esta palabra la voy a desgastar pero es la verdad. Este día fue donde empecé a correr con la tirón en la pierna izquierda, dolor insoportable en aumento con la velocidad o zancada.
Vuelta al hotel a desayunar ducharnos y dirección al aeropuerto, esto del aeropuerto ni mencionarlo otra vez overbooking pero nos quedamos allí plantados nos llevaron a un hotel y al día siguiente a Madrid que nos esperaban nuestros niños y mis padres.
Gracias por hacerme feliz y en un mundo inmenso quiero explorarlo siempre a tu lado.
Ruthilante
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