"El Gigante de la Provenza" MONT VENTOUX


 

Desayunamos acompañados por los Holandeses, muy amenos y muy comunicativos, nos pusimos el casco, las calas y a pedalear directos a Mont Ventoux. En este caso también se puede subir por tres vertientes, desde Bédoin, es la mítica y más dura, desde Sault y desde Malaucénen.




 Teníamos previsto hacer una ruta circular de aproximadamente 86 km y 2000 m de desnivel, directos al monte del viento, se puede intuir el porqué del nombre. Salimos de Carpentras  y la sensación era de que me pesaba el culo, no tenía "Flow", no iba alegre, claro que estábamos subiendo, picaba para arriba, no un porcentaje alto pero, lo que solemos decir, los falsos llanos.


 










En Bédoin, girando a la derecha comienza el verdadero Mont Ventoux, 20 km, puse la cabeza modo puerto a disfrutar y con tranquilidad que queda todo, mucha arboleda, buena temperatura y un bonito paisaje, empecé a tener buenas sensaciones, comiéndonos los kilómetros uno tras otro se me estaba haciendo ameno, había bastante gente subiendo en bici y poco tráfico, nos adelantaban y también adelantábamos. Del kilómetro seis al catorce no se bajó del 9% y con rampones de porcentajes que ni quería mirar, aun así estaba genial, me sentía bien, piernas fuertes y cabeza alegre. 




A los 9,5 km estaba el Chalet Reinard, un antiguo refugio que ahora es un restaurante, no estaba cansada pero decidí parar para tomar un gel y hacernos una foto, a partir de este punto ya se acabaron los árboles y se quedaba el camino más abierto, el paisaje lunar le dicen, donde generalmente te remata las grandes ventolera que hay, tuvimos suerte y esta vez Don Eolo nos respetó, que menos mal,  porque después de dejar atrás esos nueve kilómetros durísimos, no viene mal un poco de tregua.


 Se empieza a volver a poner la cosa seria en los últimos tres kilómetros, a más del 8%, nos encontramos con muchos fotógrafos colocados estratégicamente para sacar fotos donde se ve la inmensa Provenza, visualizamos la cima donde está la torre, a la llegada, el regalito, último kilómetro al 10% , ¡puerto especial conseguido!
Qué diferencia con respecto hacía dos días, estaba llena de energía con ganas de más, sin sensación de cansancio, así que a hacernos muchas fotos y a bajar a finalizar la ruta, por la tarde hay que hacer turismo.



Llegamos a Bédoin, un pueblo con mucho encanto y brindamos antes de llegar a Carpentras donde comimos en el cetro del pueblo, muy tranquilo, hacía calor y eran casi las cuatro de la tarde, cuando llegamos a casa nos dimos un chapuzón en la piscina y descansamos un rato.

 


Fuimos a pasear por Aviñón, un pueblo de la Provenza rodeado por una fortaleza, no nos dio tiempo de ver mucho en una tarde, lo poco que paseamos nos dejó con ganas de ver más y con más detenimiento, los muros que bordean la ciudad son muy altos, paralelos al río Ródano desde donde se puede ver un puente que no llega al otro lado del río. Caminamos por el centro y llegamos hasta el Palacio de los Papas, las calles tenían mucho ambiente, coincidimos con el comienzo del Festival de Teatro, famoso mundialmente, empezaron a empapelar las paredes de la ciudad de  carteles de obras de teatro que se representa a lo largo de la semana, muy curioso. Me recordó a ciudades universitarias como Granada, mucha gente joven, caminando y en bici, movimiento y ruido, callejones con edificios antiguos, adornadas con flores y los adoquines les daba un toque muy bohemio. 






 

Terminada la semana de vacaciones, al día siguiente regresábamos a Madrid, había que madrugar para llegar con tiempo, nos quedaban poco más de mil kilómetros, teníamos entradas para el festival Mad Cool y cantaba Robbie Williams. 

 

 Resumen; experiencia flipante, con muchas sorpresas, todo salió bien y no tuvimos ningún percance, ni en la carretera, ni en los alojamientos, ni en los restaurantes, ni en las rutas, esto sumado a la amabilidad de la  gente hizo que fuese un viaje casi perfecto. Digo casi porque todo se puede mejorar. 





   P.D. Las ganas de más, las experiencias que hacen en pensar en futuros proyectos, lo desconocido que te llena de placer, el no arrepentirte de tomar decisiones, el liarte la manta a la cabeza, los viajes planificados sin planear, esta es de las cosas que se han hecho pensando en nosotros. Gracias a Ángel y a esa locura de afición que compartimos, montar en bici, salvado las distancias entre uno y otro, mi persona especial que suma.


                                                                                                                                                    Ruthilante























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