Nos levantamos a las 4:30 de la mañana para salir hacia La Nava del Barco desde Arenas, lo llamaría madrugar en exceso, con poco más de cuatro horas de descanso tiramos hacia La Nava, acompañados de Manuel y Julia, ellos llevan muchos años haciendo senderismo y alta montaña, están bien preparados y saben a donde van, Manuel maneja bien tiempos y distancias, importante para planificar la ruta circular en dos días con tiempo para todo, fotos, charlas y baños.
Ruta circular de aproximadamente 24 km, con un desnivel acumulado de más de 1300 m, objetivo ver las cuatro lagunas y darnos un baño si nos apetece.
A las 7:15 de la comenzamos a caminar, con una temperatura ideal, refrescaba y con las chaquetas comenzamos la caminata.
Los primeros cuatro kilómetros son muy llevaderos, es subida, el camino va entre prados y por la vereda de la Garganta de la Nava.
Pasamos por la virgen de La Nava una pequeña figura incrustada en una roca, a partir de ahí el camino se endurece con subidas más duras y comenzamos a caminar sobre piedras.
Aún no nos ha dado el sol, hemos caminado entre las sombras de las colinas, hasta la llegada de la Laguna De La Nava este tramo se ha disfrutado, con buena temperatura.
![]() |
Laguna de la Nava |
El sendero estaba definido y fue asequible, un tramo con piornos y al llegar arriba en un llano se podía divisar el Almanzor a la izquierda y de frente las Villuercas cerca de Guadalupe.
Esta vez si que picaba el sol, junto con el aire empezaba a notar que me quemaba los hombros, un error enorme,llevábamos protector solar y no nos acordamos de aplicarlo.
Cuando llegamos a La laguna de los Caballeros, situada en un valle glacial, podemos ver la Covacha el punto más alto de la zona. Esta laguna es grande y en este caso no se veía el agua tan cristalina, el fondo de tierra y vegetación se removía cada vez que apoyaba los pies en el fondo, es una launa natural donde no se ve la mano del hombre.
No me atreví a bañarme, sumergí las piernas para refrescarlas y calmarlas de la caminata, es muy beneficioso para la circulación y la musculatura el agua tan fría, con el airecito reculé y de los muslos para arriba nada de agua. Comimos y a relajarnos un par de horas, íbamos muy bien de tiempo. Nos quedamos con poca agua y Julia fue a un arroyo y rellenó tres botes con dificultad y algo de “pajilla”, pero sin agua no podíamos estar.
Laguna de los Caballeros |
Después de la foto reglamentaria, a subir, antes de la Laguna Cuadrada queríamos llegar al punto geodésico situado en La Covacha, a 2399 m sobre el nivel del mar, esta montaña divide las dos comunidades autónomas, Castilla y León (Ávila )de Extremadura (Cáceres) desde la cima se veía perfectamente las dos lagunas que nos quedaban por ver, la vista engaña, parecía que estaban al lado, nada más lejos de la realidad. La subida a la Covacha y la bajada a La Laguna Cuadrada es bastante técnica, hay que tener cuidado por el sendero empedrado, por las piedras sueltas y por la pendiente.
La Laguna Cuadrada o La Laguna Negra, es la más pequeña de las cuatro, desde esta aún nos queda mas de una hora para llegar a La Laguna del Barco o la de Galín Gómez, llevamos caminando unas seis horas y en ruta aproximadamente ocho, son las cinco de la tarde, hace calor y los pies empiezan a estar cansados y con molestias en uñas y dedos. El sendero empedrado es duro, bajo con cuidado, asegurando el paso y con precaución.
Laguna Cuadrada |
Por fin llegamos a la cuarta laguna, es enorme y preciosa, vamos directos a la fuente, sale un buen caño de agua fría fría, más rica no me puede saber. En esta si me di un baño, son las siete de la tarde, silencio absoluto, la calma que me da el agua sea mar, río, gargantas, pozas o lagunas es mi fuente de vitamina.
Empezó a esconderse el sol y a levantarse aire frío, el refugio estaba vacío y había dos camas de madera donde podíamos dormir los cuatro. Decidimos dormir allí en vez de a la intemperie, cenamos algo, bebimos vino de la bota, nos cambiamos, preparamos los sacos, las linternas a mano, nos despedimos del sol y a dormir.
Dios mío que dolor de huesos, el tablón de madera está hecho para una espalda más joven, dormí a ratos porque me despertaba la rigidez de la espalda, a media noche empecé a tener calor, se paró el aire y estaba todo en calma, no se oía ni a las vacas, que debían estar descansado, me puse encima del saco y a dormir otro rato. A las seis de la mañana me levanté, estuve un rato viendo la luna y las estrellas mientras estiraba el cuerpo entumecido, pedí dos deseos a unas estrellas fugaces y volví al refugio a meterme en el saco por si dormía algo más, pero Manuel tocó corneta y todos arriba. Ellos también sufrieron la dureza de la madera, recogimos todo, la foto y rumbo al punto de meta que era el mismo que el de salida.
Laguna Galín Gómez |
Llegamos al coche, fin de trayecto, ruta exigente y preciosa, con bastante agua y zonas duras. Muy buena compañía, es un lujo estar caminando al lado de gente que no sólo sabe lo que hace si no que lo disfruta y conocedores de la zona. Podíamos haber hecho esta ruta en un día, incluso con mochilas pesadas si se está acostumbrado a la montaña, unas 12 h caminando y sumar el tiempo de parada, por lo que requisito indispensables es madrugar mucho. Pero creo que no se disfruta igual, hubiese sido un palizón, no podíamos haber dormido la siesta, ni recrearnos en cada paisaje que nos llamaba la atención, por lo que que fue un acierto el dividirla en dos días.
Laguna de la Nava |
P.D. Las experiencias son como la tortilla de patatas, casi todas están ricas, pero las que se hacen con cariño, dedicación y con cebolla se disfrutan el doble 😜.
Ruthilante
Comentarios
Publicar un comentario