Escapada a Burgos

   


    

 Nos ha costado cuadrar un fin de semana para poder hacer la escapada a Burgos las cuatro, pero por fin pudimos disfrutarlo. Las de perfumería popular de Campo de Las Naciones, desde 1999, muchos años y muchas vivencias, cada una siguió su camino pero nunca dejamos aparcada nuestra amistad, ninguna sigue trabajando en el sector y no todas han estado viviendo durante todo este tiempo en Madrid. Ha habido años donde era muy complicado vernos por cuestiones de trabajo, lugar de residencia y sobre todo por tener a los niños pequeños, ahora, con menos responsabilidades y desde el COVID con las videollamadas de los viernes, nos hizo pensar y ver lo importante que es tenernos las unas a las otras por lo que nos propusimos obligarnos a poner fechas de cenas, comidas o cafés, lo que se pueda pero vernos. 


La Favorita

 Total que dentro de los muchos planes que tenemos, uno de ellos era ir a Burgos a casa de Trini, a conocer la ciudad que, casualmente el resto no conocíamos, salimos el viernes después de trabajar dirección Burgos, la ciudad del Cid Campeador. Llegamos  justo para dejar maletas, charlita y al centro, una primera toma de contacto, estábamos con hambre y paramos en La Favorita, un bar típico de Burgos con una gran cantidad de pinchos, estaba lleno con mucho ambiente, un local con techos altos decorado con vigas de madera y ladrillo visto, una barra en el centro y bien iluminado, nos hicimos con una esquinita y brindamos con un ribera y un rico pincho. Estando allí nos comentó Trini que había un bar cerca de La Catedral donde a las 22:00h cantaban el himno de Burgos, y allí que nos plantamos, estaba a tope y nos tuvimos que quedar en la calle pero fue todo un espectáculo emotivo, todo el mundo de alrededor cantaba al unísono el himno, y justo durante la canción se encendieron las luces de la Catedral. En ese momento solo veíamos el lateral derecho, pero las agujas se ven desde toda la ciudad, preciosa por cierto.




El Morito Cervecería

Seguimos con el paseo por la Plaza Mayor, Iglesia San Gil y los bares típicos, una parada en la Mejillonera donde tienen fama sus patatas bravas, pedimos una ración de bravas y unos mejillones en salsa picante. Aún no habíamos probado la morcilla y Ana estaba con antojo de morcilla, hicimos una última parada en El  Morito, donde pedimos cecina, revuelto de morcilla y terminamos con unos postres.

 Aquí acabó el viernes, teníamos un itinerario completo para el sábado.



Nos levantamos, desayuno con lengua y destino a La Cartuja de Miraflores, está a las afueras de Burgos a unos 3 km, pero antes paramos a comprar morcillas, nosotras compramos un par de ella y Ana cuatro kilos, creo que dejó al carnicero sin ellas. El monasterio está situado en un paraje natural, rodeado de árboles y césped, un lugar tranquilo, lleno de paz, dónde se respira armonía. Nos pareció un monasterio muy bonito del siglo XV, una joya del arte gótico final, sobre todo el retablo y el sepulcro de Juan II de Castilla e Isabel de Portugal, padres de Isabel la Católica, el panteón en el lugar más importante de la Iglesia es impresionante.


 Cartuja de Miraflores


Monasterio San Pedro de Cerdeña
Seguimos el camino del Cid hacia el Monasterio de San Pedro de Cardeña a 10 km de Burgos, La iglesia es del siglo XVI (estilo gótico), anexada a ella está la Capilla del Cid, donde estuvo enterrado hasta que Napoleón se lo llevó. El Cid y su familia vivieron allí en su destierro hasta el final de sus vidas.

Antes de ir a casa a comer nos paramos a tapear unos pinchos típicos, por fin la morcilla de Burgos y el morro, este lo probé por primera vez y me gustó. Nos subimos al Castillo, desde donde hay unas bonitas vistas de Burgos, recomiendo subir para disfrutarlas. Cogimos fuerzas en casa antes de arreglarnos para volver a las calles de Burgos, con la idea de visitar varias iglesias y la catedral.





Nos dimos un buen paseo, pasamos por la Plaza Mayor dirección a la Catedral, allí hicimos varias fotos, se veía preciosa junto con la luna llena,





 nos dirigimos hasta el Pº del Espolón, saludamos al Cid hasta llegar al Arco de Santa María, conocido por el Arco del Triunfo de Burgos, es una de las doce puertas de acceso de la muralla de la ciudad en la Edad Media.


Arco de Santa María


 Volvimos al bar Victoria donde nos acoplamos en la barra hasta que dieron las diez para cantar el himno de Burgos, me llevo una servilleta de recuerdo con el himno escrito, detalle del camarero.


Vermutería Victoria


Cenamos algo y nos dimos un paseo por los llanos en busca de algún Pub para tomar una copa y echar unos bailes.

Amanecimos el domingo con ganas de más y con pocas ganas de que pasaran las horas, nos quedaba ver La Catedral de día y por dentro, probar los famosos cojonudos y cojonudas. 


Matrimonio en Casa Pancho


Fue todo perfecto, la compañía, el itinerario organizado por la burgalesa del grupo, es difícil superar a la anfitriona que nos hizo sentir como en casa, se me quedan muchas cosas en el tintero y sobre todo cosas por ver, siempre hay que dejar cosas por ver para tener la escusa perfecta para volver a disfrutar de los lugares visitados.





P.D. : Siempre hay que quedarse con quien te sume, y con estas chicas, sumamos y multiplicamos. 




                                                                          Ruthilante















 


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