Hace muchos años que no pisamos tierras asturianas, las veces que hemos visitado Asturias hemos estado muy bien , nos ha encantado, pero nunca hemos hecho cicloturismo como en esta ocasión.
Nos hemos escapado unos días, alojándonos en Pola de Lena, localidad desde donde salen los puertos míticos de la provincia.
Llegamos a medio día, visitamos la Iglesia Santa Cristina de Lena , aparcamos en una zona habilitada y anduvimos poco menos de dos kilómetros hasta la colina donde está situada, ese día hacía un calor infernal, demasiado para la zona, dimos una vuelta y nos fuimos al pueblo a dar un paseo y cenar antes de ir a descansar y coger energía para la primera jornada de bici.
Desde prácticamente la puerta del hotel comienza el Puerto de La Cubilla, 28 km de subida, una pendiente media del 4,68 % y 1298 m de desnivel. Los primeros kilómetros son llevaderos, especialmente ese día hacía calor y se intuía que los kilómetros finales no iban a ser nada cómodos, nos encontramos varias fuentes, es importante saber si hay agua para reponer durante la ruta, ya que días como el de ayer te quedas sin agua rápido, sudas mucho y puedes pasar de disfrutar un precioso puerto asequible a pasar el mayor de los calvarios. Como iba diciendo la primera fuente está justo a la entrada de Telleo a mano derecha, aproximadamente a unos 10 km, nosotros paramos a reponer en un caño que hay antes de llegar a Riospaso, a mano derecha.
Con 15 km recorridos entre arboledas y pueblos, con pendientes moderadas, algún tramo al 10 % y un kilómetro al 8%, pero con descansos para poder regular, de momento el calor apretaba pero como era pronto y había zonas sombrías se hizo ameno, a pocos kilómetros empieza la alta montaña y se acaba la vegetación que no solo te da sombras si no que te protege del viento.
A nosotros nos hizo bastante aire, por un lado te refresca y por otro te hace sufrir como nadie. Nada que objetar al aire ni al calor ya que las vistas del Valle de Güerna son impresionantes, en pleno Parque Natural de Las Ubiñas- La Mesa, desde donde contemplamos por un lado grandes montañas del Valle y por otro las montañas más altas de la Cordillera Cantábrica. Es muy habitual encontrarse con ganado por lo que hay que tener especial precaución en la bajada. Es un puerto muy largo donde es importante dosificar, en los últimos kilómetros apretaba mucho el calor y soplaba de lo lindo, personalmente se me hizo un poco pesado del kilómetro 24 al 26, se veía un poco lejos el final pero llegó, y con premio especial las grandes vistas por ambos lados.

Recomiendo a todo cicloturista hacer este puerto si tiene oportunidad, es de los que me encantan, largo y tendido, entretenido, con agua por el camino, y lo mejor de lo mejor el paisaje y las vistas desde el kilómetro 1°.
Por la tarde nos fuimos a una playa para refrescarnos porque no se podía estar en el interior, playa España, bonita playa con un acantilado, es pequeña y no tiene casi arena, con bastante oleaje por lo que estaba llena de surfistas, hay un parking donde puedes dejar el coche por tres euros.

Volvimos a Pola de Lena a cenar un buen cachopo, al día siguiente nos esperaba un puerto de categoría especial.
P.D. La Cubilla, el Puerto que enamora.
Ruthilante
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