Puerto de Pajares






 Cuando el Plan A falla, pero tenemos otro plan B que resultó estar a la altura del inicial. Nos levantamos temprano, habíamos quedado con Pepe, un amigo y compañero cicloturista, nosotros íbamos a hacer dos puertos mientras que Ángel tenía previsto subir el Angliru, el mítico, el puerto más duro de España y el más temido… luego iríamos a su encuentro y a seguir.

 

Día nublado, con humedad, un poco de niebla, buena temperatura pero salí con la gaba y esta vez me puse las punteras por si caía agua, en la bajada del primer puerto que subimos Pepe y yo, el Alto de Carabanzo, una subidita de casi 4 km, nos llamó Ángel que abortaba misión porque le comenzó a llover en lo Alto del Cordal, por lo que decidió que era un riesgo subir hasta el Angliru, arriesgándose a que le lloviese más y encima no ver nada de nada. Así que volvimos a Pola de Lena hacia Campumanes donde nos comenzó a llover,  tomamos un café mientras que caía agua y barajábamos opciones. La primera era, seguir con la ruta inicial (esa descartada porque todas las nubes estaban en esa zona), dejar las bicis aparcadas y cada mochuelo a su nido, o bien, hacer otra ruta en otra vertiente, justo desde Campumanes comienza el Puerto de Pajares, que une Asturias con León, y parecía que por ese lado no había mucha agua. 

 

   




   
Alto de Carabanzo, 4 km, 4,32%


Al terminar el café dejó de llover y a subir el Puerto de Pajares, la única carretera gratuita, alternativa a la AP-66, por lo que tiene bastante tráfico en comparación con las carreteras que habíamos transitado. El comienzo del puerto es muy tendido en sus 17 km y 5, 63 % de pendiente media, pero con 958 m de desnivel, os podéis imaginar para cuadrar esa media como deben ser algunos kilómetros. No me pareció un recorrido de los más bonitos debido al tráfico y la poca visibilidad que teníamos del paisaje, a medida que recorríamos los kilómetros se empezaba a clarear y a endurecer.

 

 

 

 


En el kilómetro 13 la cosa se iba poniendo seria, no me encontraba en mi mejor día, menos mal que empezó a despejar y se podía divisar el valle, pero a medida que avanzábamos la dureza se incrementaba, zonas del 12% del 14% que me estaba suponiendo un desgaste importante, a falta de un kilómetro hay un cartel donde advierte a los vehículos la pendiente del tramo, un 17% ¡¡ what!!!! , curvas y coches, nos salvó la ampliación de dos carriles en ese tramo y hay alguna zona de miradores donde puedes abrirte un poquito, pero poca cosa. En mi caso a esos porcentajes no soy capaz ni de beber agua, mis compañeros beben agua, hacen fotos, se paran , arrancan, dan la vuelta para animarme indicarme que mire lo que tenemos alrededor, todo precioso pero que sufrimiento por favor….  Llegando arriba había una mujer esperando a que  llegáramos y aplaudiendo me dijo

 ¡ Olé tus huevos! Y se me cambió el semblante, se me quitó el sufrimiento y me invadió una gratitud, alegría y subidón. Encontrarte con personas anónimas que no conoces de nada pero que valora el esfuerzo,  que saben el significado de montarte en una bici y ser capaz de llegar arriba del puerto de Pajares, esto no tiene precio. Mil gracias.

Puerto de Pajares 17 km, 5,63 %


Arriba nos hicimos nuestras fotos, y nos asomamos al mirador que hay cerca del parador, aunque no estaba soleado las vistas son un regalo del cielo, porque no nos olvidemos que estamos sobre las nubes.

 


 

Sin entretenernos mucho, ya que hacía fresco y estábamos mojados, empezamos la bajada, durante la bajada nos cruzamos con  Einer Rubio y Nairo Quintana del equipo Movistar, debían estar entrenando y ojeando este puerto ya que es uno por los que pasará La Vuelta este año, ellos seguirán hasta el Cuitu Negro, desde Pajares son seis kilómetros más de vértigo.

 

 

 

 

La bajada la hicimos tranquilos con el asfalto mojado, curvas y pendientes, añadiendo que es una nacional con bastante tráfico, no hay que jugarse el tipo ya que muchos coches nos pasaban muy pegaditos. 

 

 

 Llegamos a Campumanes, nos cambiamos rápido para ir a comer, en esta ocasión comimos un menú muy asturiano en un restaurante El Reundu, donde probé la lengua de ternera guisada, ellos pidieron unas fabes y una caldereta de cordero que les encantó. Lo de coger fuerzas en Asturias es obligatorio tanto en las piernas como en el estómago.

 

Después de descansar nos fuimos a visitar Gijón, habíamos quedado con unos amigos para cenar, antes nos dimos un paseo por el puerto, por el barrio Cimadevilla, la Plaza Mayor, escalera de Muro de San Lorenzo,   y a cenar una mariscada en El Restallu, en muy buena compañía. 

 

  Se nos hizo un poco tarde para volver a casa y descansar, nos dieron la una y media de la mañana y teníamos que levantarnos a las 6 para estar en Gijón a las 8:00 de la mañana y hacer la ruta mítica de Lagos, diseñada por Dani el anfitrión, Gijón – subida a Los Lagos de Covadonga, un total de 117 km.

 

 

 

 

P.D. No hay plan mal, sino aptitudes negativas. Importante rodearte de personas que te dan el empujón y hacen que los planes B se igualen a los A.

 

                                                                                                                                                   .                                                                      Ruthilante 

Comentarios