Bilbao Bilbao




Esta marcha cicloturista es de las que llevaba para hacer prácticamente  desde que me calcé las zapatillas y puse las calas.
Dos cosas importantes me empujaban a ir, lo primero que tenía la oportunidad de visitar a mis tíos que llevábamos años con el viaje pendiente y tomar una buena mariscada, a esa visita se suman mis primos y familia.
 La segunda, que cuando visité Bilbao en 2019 me quedé prendada de Bilbao, me pareció una ciudad con mucha vida, con muchas cosas que ver y que hacer.
 Así que con esas, llamada a mi prima para que nos hiciera un hueco en su casa, sacarnos las inscripciones y fecha apuntada en el calendario.
  El sábado en casa de mis tíos tuve la suerte de coincidir con mis tres primos, y lo celebramos bien con mucho marisco regado con una buena sidra. No faltaron las risas, anécdotas y las pocas ganas de irnos a casa a descansar pero el domingo teníamos que levantarnos temprano para pedalear, la salida a las ocho de la mañana y teníamos en mente hacer la ruta larga de 122 km y casi 1800 m de desnivel acumulado, ahí está incluido el famoso Vivero.
 En esta ocasión hice la marcha con Angel y Félix, en el vivero tenían pensado hacer su propio test y ya me esperarían arriba. La previsión de tiempo, esperábamos lluvia, este año está siendo muy lluvioso y raro es el fin de semana que nos libramos, temperatura moderada así que de largo y chaleco.
 Salimos a las 8:15 h de la mañana, mucho ambiente, participábamos mas 7000 personas, hasta que salimos de Bilbao, unos 8km muy moderados por la ciudad y la cantidad de ciclistas que éramos, una vez que salimos ya empezamos a coger ritmito moderado, en los llanos los chicos me llevaban divinamente y en las subidas aflojaban ya que no soy capaz de seguir su rueda, fueron muy considerados y las disfruté, pasamos por la costa, por pueblos, arboledas, buen paisaje, el único pero es que estaba el tráfico abierto y hubo tramos que circulamos a la par que autobuses urbanos, a mí esas situaciones me generan nervios e inseguridad, aunque vayan con respeto y nosotros con cuidado, éramos demasiados.



 En el avituallamiento se dividían las marchas, rodando llegamos al Vivero y cada uno puso su ritmo, vaya sorpresa el primer tramo con una rampa de más del 14%, este puerto lo dividiría en dos tramos, los primeros cuatro kilómetros que son duros, luego falso llano que si tienes la suerte, como yo, de engancharte a alguien que vaya alegre te da mucha vida el buen ritmito que se coge para llegar al último kilómetro y coronar. Arriba estaban Angel y Félix esperándome y a bajar que ya era hora.



  Llegando a meta, me dio un subidón al ver a mi familia animando, se te olvida todo el cansancio, tienes ganas de llegar y darles un abrazo.


  Mis sensaciones en esta marcha fueron buenas, me encontré bien en las subidas y fui bastante constante.

  No sé si volveré a hacerla, pero si la recomiendo por el gran ambiente ciclista que se vive, es “ la clásica “



P.D. El sábado lluvia, el domingo tregua en la mañana, pero no nos libramos del sirimiri.

                                                                 Ruthilante

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